domingo, 14 de julio de 2013

#5 La espera que desespera.



Tiempo. Conocido por su habilidad de sanar, curar y hacernos olvidar.
Pero también con la especial y curiosa capacidad de enfermarnos los nervios.

Sí, hay que admitirlo. Siempre - o la mayor parte de las veces- andamos esperando. Esperamos una respuesta, una solución, una señal...sea lo que sea, andamos en la espera.

Pero, ¿ alguna vez te detuviste a pensar por qué una actitud tan pasiva?

Si nos sentamos esperando a que del cielo caiga aquello que queremos, pues te digo que consigas un asiento cómodo y algo de bocaditos para hacer más agradable la espera. Sencillamente nada es gratis, se requiere de esfuerzo - no siempre hace falta mucho. 

Obviamente hay situaciones o contextos donde calza el "tiempo al tiempo". Tampoco digo que sea buano o sano irse a los extremos. Pero Paciencia no implica Pasividad.

Quieres un trabajo, pues entrega tu CV como volante en cada empresa donde creas tener oportunidad. Quieres arreglar las cosas con tu enamorado/a, lo único que debes hacer el hablar porque si te sientas a esperar que él/ella te pida disculpas o haga "algo" lo más seguro es que el otro esté buscando lo mismo y por lo tanto nadie hace nada. Se estancan. La lista de ejemplo continúa pero espero que estos hayan sido lo suficientemente claros.

Lo que de verdad vale, nos cuesta. No creo que se deba perder energías esperando que suceda lo que queremos; lo quieres, HAZ. Punto, no hay más. Sencillo y complicado. Es verdad. Lo bueno: no hay imposibles; con la cuota adecuada de determinación se logra bastante.


Fa.

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