martes, 9 de febrero de 2016

#18 Para seguir con la mala racha

Bueno, me rompí la muñeca...6 (MALDITAS) semanas con el yeso.
Lo peor fue que me sucede esto por andar de madre en el depa: estaba trapeando la cocina que las "niñas" dejaron para variar hecha un desastre nuclear...pisé agua y caí mal, bueno lo demás es historia y términos médicos que se resumen en muñeca rota.

No solo soy salada en el aspecto amoroso al parecer.

Y la mala racha continúa...

Dicen que no existe la amistad chico-chica, yo quiero creer que si. Tengo muy buenos amigos y excelentes confidentes y compañeros de juerga que solo son eso: amigos y nada más.
Es cierto, por otro lado, que es una estrecha línea la que separa la amistad con otra clase de relaciones ya sean platónicas o amorosas. Y en estos días esa línea se quebró con el amigo que consideraba tener la mejor de todas las amistades (después de ti Kenny obvio, no llores).

Para explicar un poco nuestra amistad, él es la clase de chico al que le puedes contar todo: desde la historia más sonsa que te pasó en el día como las más profunda que atormenta tu corazón. La confianza que le tengo es única, me siento tranquila junto a él como en calma, soy yo sin preocupaciones y a él no le incomoda, me entiende de alguna extraña manera, tenemos muchísimas cosas en común como la música...

Todo estaba súper recontra bien hasta ese día, esa mañana cuando leí un comentario que pudo pasar desapercibido por muchos pero  a mí me dolíó/fastidió/incomodó/sorprendió de manera inexplicable, bueno en ese momento no lo entendí. ¿Qué fue? Pues este chico, genial chico, tenía flaca. 5 años de relación y tras un año de amistad no tenía idea. ¿¡Cómo es posible esto?! Tiene que ser una broma cruel del universo pero efectivamente confirmé mis dudas.

Cuando me di cuenta lo que en realidad sentía por él era muy tarde, no había marcha atrás. Entre esas conversaciones tan maravillosas y geniales que tenemos me confiesa que le gusto, que era lo que estuvo buscando porque jamás dejó de hacerlo, pero está confundido (Y no es para menos).

Ahora, luego de sincerarnos, me duelo mucho saber que probablemente se quede en un "que hubiese pasado si la situación fuese distinta"). Como le dije, es poco probable que una persona salga de su zona de confort y que bueno, en el peor de los casos ya me acostumbré a 'perder' que no se preocupe.

Ledije, fui bastante clara: no seré la otra ni la razón de que una relación tan larga se rompa. Lo mejor y más doloroso será este mes que dejaremos de hablarnos para despejar la mente y que él sepa que es lo que realmente quiere en su vida. Ojalá esto no acaba como lo que creo que será.


Solo le pido que no se aparte de mí...


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