#1. Así de pronto

Un mes. 
30 días.

Es increíble lo rápido que el tiempo pasa. Y no es que me guste mucho que digamos los clichés y esa onda pero lo digo en serio. 
Es impresionante, casi casi me siento en octubre cuando decidí cambiar de carrera y cambiar de universidad. Más que de universidad, de sede: era decisivo, Piura era mi siguiente parada.

Comenzaron los trámites, todos los odiosos papeleos. Entrevistas van y vienen. Más papel por aquí y ya era diciembre. Mis padres apoyandome con todo. Los amo pues creo que sin ellos no me hubiera sido tan fácil tomar esta GRAN decisión.

Enero. Febrero. Ok, Marzo llegó, decidí ir unas semanas para definir todo aquel asunto insorportable de la pensión. Solucionado. Viajé. Me rompieron el corazón. Cosas que pasan. Rompí otros corazones. Ya en Lima terminé todos los ajetreos y más tramites que tenía pendiente.

Y así el 3 de abril llegué a esta hermosa ciudad. Me recibe con brazos abiertos. Ya con un clima moderado, no me sofoco. Llego a mi pensión, subo maletas, empiezo a desempacar y ordenar. Mi gran pasión que supongo será tema en alguna futura entrada. 

Los día pasaron. Conocí nuevas personas: unas muy valiosas y agradezco que Dios las puso en mi camino; otras que digamos sería bueno se fueran a limpiar baños. (Prometo no decir groserías ni lisuras...haré el intento) Muy aparte de esas personas que serán mi cruz en esta nueva etapa que empiezo, me doy cuenta que sola no estoy. 

Recién un mes y de hecho la gente ya habla de mí: unos bien, otros...bueno ya saben, que limpien baños.  Debo tener cuidado, me lo repiten todo el día. Maldita frase que compruebo con la propia experiencia: CIUDAD CHICA, INFIERNO GRANDE

Gracias  Piura, pero sobre todo agradezco a mis grandes amigas que sin ellas no imagino mi estancia en esta linda ciudad. Si goditas, me refiero a ustedes- Andrea y Frida. No olvido a mi hijo Pierre.

Gracias, me siento a gusto y como en casa.  Gracias por aguantar mis pasteladas, mis pastillas y mis canciones. Los quiero ratitas <3   

Fa.